Zonas Temporalmente Autónomas es un ensayo escrito por Hakim Bey en 1990, que nos habla sobre sobre lo que él entiende por ZTA, sobre cómo la ciudadanía interpreta y enfrenta al Estado, además de las respuestas que se han dado por parte de los habitantes de un país o región ante el Estado de control. Bey no expone desde punto de vista universalista, todo lo contrario, nos presenta una visión antagónica a ésta, en la que él mismo distingue para diferenciar, revolución y revuelta.
La revolución está abocada al fracaso como acción contraria al Estado y lucha contra su estructura, al ser un «ataque» directo, que pretende ser permanente, dentro de lo esperado por el Estado, exagerando, siendo una anomalía prevista por el Estado que en absoluto supone una amaneza con la adecuada mirada. Es más, todo lo contrario, hasta está instaurada la revolución en la cosmovisión de la ciudadanía en su mayoría como la manera de luchar contra el Estado, se presenta de forma general cómo la única forma de oponerse al Estado, hecho que encubre una cruda realidad, y es que su final, so objetivo, es acabar siendo aquello contra lo que lucha.
La revuelta es lo que sitúa Bey próximo a las ZTAs y, por tanto, como contrapunto a la revolución. Debido a lo cual, no es extraño que Bey a la hora de explicar qué es una ZTA, exprese que es como una revuelta que no está adherida al Estado, una guerrilla que hace suya un espacio de tiempo y de territorio y, antes de volverse permanente deja de existir no dando lugar a que el Estado la reduzca. Ser permanente como el Estado supone no ser autónomo, no ser libre, y es lo que no trae consigo una ZTA.
El infraleve, título de este blog, en términos de permanencia y levedad, sea al arte lo que la ZTA como conflicto, de las personas con respecto al control del Estado y, se describe mejor a través de ejemplos. Por ello, en el zénit del ensayo, Bey utiliza utiliza ejemplos históricos cuando nos habla sobre Fiume o Croatán, o sobre piratas, corsarios, otorgando un conocimiento histórico que escapa de lo que a nuestras manos suele llegar. Durante estos relatos hace hincapié en la vuelta hacia los orígenes, hacia lo primitivo seguramente, por la importancia que otorga a la necesidad de interactuación en persona para alcanzar autonomía, libertad, para conformar en algún momento una ZTA.
Bey ya otorga un papel importante en nuestras vidas a Internet, siendo sorprendente por la fecha de su publicación, 1990, y sitúa a Internet como posible futuro facilitador de ZTAs pero que, en su opinión, sin el cara a cara, el trato personal, nunca podrían llegar a ser una ZTA, detalle con el que se puede estar más o menos de acuerdo.
Para Bey, una ZTA debe implicar todos los sentidos, de ahí de la necesidad del cara a cara, presupone un lugar físico, y también es a su vez un momento descontrolado que conforma en una auto-coordinación espontánea, una táctica consciente radical de desaparición inmediata evitando establecer cualquier «contacto» con el Estado. A colación del «cara a cara», el grupo de humanos que pone en común sus esfuerzos para realizar sus deseos, encontramos que Bey también describe la ZTA en un marco de «festividad», al hablar sobre la revuelta como una saturnal arrancada o forzada a desvanecerse que quedará libre para estallar en otro lugar o momento. Siguiendo con el parafraseo a este respecto:
Liberada de tiempo y lugar, posee no obstante un olfato propio para el desencadenarse de los acontecimientos, y una afinidad con el genius loci; la ciencia de la psicotopología reconoce «flujos de fuerza» y «centros de poder» para utilizar metáforas ocultistas en los que se puede localizar estacionalmente una ZTA, o al menos ayudar a definir su relación con un momento y una localización.
Quedaba en cincel una palabra que el mismo Bey catalogó, que no es otra que psicotopología, que ahora acaba de hacer acto de presencia pero está presente durante todo el ensayo al aparecer en los inicios. Es relevante que así sea, porque dota de mayor sentido a su descripción de las ZTAs, siendo éstas existentes única y exclusivamente gracias a las personas ya que, sólo gracias a la mente humana, se puede lograr una interpretación del territorio a escala 1:1, alcance al que no tiene posibilidad un mapa. Enlazando, desde la perspectiva del Estado, éste se rige por el territorio marcado en los mapas y a través del cual la construcción de lo imaginado se genera pero, la mente humana traza con mayor exactitud y puede/busca encontrar lo real y, de ahí, la importancia de esta psicotopología.
Además, lo que supone la territorialidad y el control del Estado, lo vislumbramos como posible dirección en nuestros días, y también lo atisbaba Bey, comentando ciertos aspectos sobre el trabajo y la familia nuclear enfrentados a la idea que el Estado tiene del factor trabajo, es decir, de como se considera «universalistamente» la organización de las personas con respecto a la familia nuclear y el trabajo:
Si la familia nuclear tiene su origen en la escasez y se resuelve en miseria, la banda resulta de la abundancia y es pródiga. La familia es cerrada, por lo genético, por la posesión machista de la mujer y los niños, por la jerárquica totalización de la sociedad agrícola/industrial. La banda en cambio es abierta, no a todos, por supuesto, pero sí a todo el grupo de los afines: los iniciados se comprometen por lazos de amor. La banda no es parte ninguna jerárquica superior, sino parte de un modelo horizontal de relaciones, lazos de sangre extendidos, contratos y alianzas, afinidades espirituales.
Ciertas rupturas en la estructura del Trabajo tienen su resonancia en la «estabilidad» arruinada de la unidad hogar y la unidad familia. Las bandas de cada cual incluyen ahora amigos, esposas y amantes, la gente se reúne en trabajos o seminarios, por grupos de afinidad, en redes de intereses especializados. La familia nuclear se convierte cada vez más en una trampa, en un desagüe cultural, en una secreta y neurótica implosión de átomos estallados y la contraestrategia obvia que inmediatamente emerge desde el mismo inconsciente pasa por el redescubrimiento de la a la vez más arcaica y postindustrial posibilidad de banda.
El rechazo al trabajo puede tomar las formas del absentismo, la ebriedad en el empleo, el sabotaje y la pura desidia, pero igualmente puede dar lugar a nuevos modos de rebeldía: más autoempleo, participación en la economía sumergida y el «lavoro nero», fraude fiscal y otras opciones criminales, cultivo de maría, etc.; actividades todas ellas más o menos «invisibles» en comparación con las tácticas izquierdistas de confrontación tradicionales como la huelga general.
Como expusieron David y Javier en distintas entradas hace unas semanas, el fin del trabajo, el fin de la familia con la forma que hoy la entendemos y el fin del territorio, están próximos ante un mundo en descomposición. Se tambalean las instituciones, lo que entendemos por democracia, el sistema económico predominante, y por tanto estos ejes que articulan el Estado y que ejercen control también a través de lo que supone el trabajo en la vida de las personas, provoca que éstos últimos también se tambaleen y cambien. Otra forma familiar, relacionada con otra forma de trabajo, que como atisbaba Bey, el autoempleo y, bajo el contexto actual se puede hablar de empresas comunitarias y empresas familiares, siempre y cuando con el promocomún esté presente y se posea la «valentía» necesaria para trabajar y vivir de la forma en la que no educa el Estado.
Lo que comentamos, contrapuesto con los grupos de afinidad, redes de intereses, bandas de los que escribe Bey, podría compararse y ser una visión similar a la que en la actualidad subyace en forma de grupos de personas que se unen, pares, ya sea como grupo sin mayor afán de debate por afinidad o aunando además lo que comentábamos en el párrafo anterior, emprendizaje, conformando empresas comunitarias.
Pero, Bey presupone la ZTA digamos como una suerte de momento, lugar, y personas que pasan fugazmente para volver a ocurrir en cualquier otro momento, lugar y mismas u otras personas y así sucesivamente, y hablando siempre de la brevedad del presente, descripción incompatible con comunidades reales, empresas comunitarias. Estás se fundamentan en la plurarquía, la democracia económica, la lógica de la abundancia, la no necesidad de territorio, que quizá Bey no contemplaba, pero sí visionaba ya por aquel entonces. Sin ponerle nombre, Bey distingue la escasez que suponía la organización de las personas a través del trabajo en 1990 y la vida familiar y de como el Estado pretendía el control a través del territorio que, a su vez, esta visión le llevaría en parte a su argumentación de las ZTAs y el futuro próximo. A esto cabría añadir:
Bey les dota necesariamente de territorialidad (ZTAs), a diferencia del sionismo digital que defiende que sólo es posible la autonomía -es decir, la no mediación- precisamente por la aparición de una lógica de la abundancia producto de la desterritorialización y la virtualización máxima de los entornos sociales de relación.
Quiza la vuelta de tuerca sería aunar la no necesidad de desterritorialización con la necesidad de territorialidad para alcanzar autonomía, al situar como base a las personas y siendo estas las que marcan, en función de la comunidad que conforman, la necesidad o no de territorialidad para hablar autonomía y libertad. Pares que se reúnen virtualmente para conversar, jugar a juegos online (limitaciones del sionismo digital), no necesitan el mismo «cara a cara» y por tanto territorialidad que, por ejemplo, personas que por afinidad, intereses y pretensiones, quieren emprender y convertir dicha comunidad en empresa comunitaria, por ejemplo. En referencia a este último caso, es cuando nos veríamos obligados a introducir en este comentario, el neovenecianismo. Con economía, las identidades de las comunidades (nodos) dejan de pertenecer a entornos imaginarios tradicionales del ámbito de la nación, con lo que se consigue la estabilidad que necesita la plurarquía para crecer, pasando a ser por ende, autónomos y libres, superando así la identidad nacional para ser transnacionales.
A mi lo que siempre me llamó la atención, o mejor, me encendió una lucecita roja, fue la «T», la idea de temporalidad… creo que eso es lo que vino a romper la ética hacker y luego el modo de trabajo en sitios como las Indias, la idea de que esa vida en rebeldía, arrebatada por el cambio y con móviles completamente distintos de los tradicionales en el sistema había de ser necesariamente temporal.
Sí, no lo comento en exceso porque lo tomaba como «base» de este estas «zonas» y también relacionarlo con la ética hacker pero he ido por otro camino, al ver que me espera ‘La ética hacker’ como lectura. Si no recuerdo mal, hace poco tiempo, estabais en Madrid… desde las Indias, esa temporalidad desde la lejanía la transmitís. Creo que tu propuesta de contactar con Manuel llegará a buen puerto 🙂
mmmm… no desde nuestra mirada. Mudarnos tiene que ver con el espacio, no con el tiempo. Siempre hemos trabajado en un mapa muy amplio y lo seguimos haciendo (ahora tenemos casas y actividades en Madrid, Montevideo, Granada, Córdoba, Bilbao y Cambridge). De hecho lo que esperamos es ampliar ese mapa aún más. La mesa de trabajo con más indianos se ha ido trasladando en cada momento al lugar donde había más cosas interesantes por hacer, pero las Indias nunca ha sido temporal, nunca la sentimos así, ni siquiera hace diez años cuando a duras penas ganábamos para comer…
Y ahora que lo pienso ¿desde qué punto de vista las Indias vive en «temporalidad»? No desde la de las personas que la componen, sino desde las ciudades… ahí se invierte la relación tiempo-espacio, dado que las ciudades son objetos, cosas, no sujetos, seres animados. 😛
Sí, y es algo que he leído en alguna ocasión en entradas y comentarios del blog. Que habéis preguntado donde se encontraba la persona que comentaba, por si ibais por allí y coincidir. Yo me refería a que no os instauráis en ninguna zona para siempre y mismos contactos. Las relaciones con las personas sí que me he percatado que debéis mantener cierta relación y lo buscáis, pero claro, eso no lo puedo saber tampoco, al no conocerlo de primera mano. Con temporalidad me refería a que según qué época, mantenéis más intensidad con las personas de una zona u otra, sin referirme a que abandonáis a las personas de otras zonas en las que habíais estado anteriormente, pero claro, todo desde el desconocimiento no se puede saber a qué niveles 🙂 Ojalá lo pueda conocer mejor jeje 😛 Me suena haber leído esa frase «dado que las ciudades son objetos, cosas, no sujetos, seres animados», en alguna de vuestras entradas. La «temporalidad» con respecto a las ciudades, objetos, etc. Gracias por tus apuntes David, ayudan a enfocar mucho mejor 😀 que no dejo de sentir que doy puntadas sin hilo. Cualquier crítica no dudes en hacerla.
Ah! por cierto, te he enviado un mail… se me ha olvidado preguntarte, si sabes la cuenta de correo de Pablo, porque en su blog no he encontrado ningún dato, para preguntar si quiere unirse junto con Laura y algunos miembros de eGruyere, para hablar con Manuel-Endiku, que nos propusiste y nos ha gustado la idea.
Es cierto que la red ha puesto en valor lo presencial, el encuentro físico, pero una vez establecida la confianza realmente da un poco igual dónde estés. Es mi jabber sobre todo el que marca mis principales interacciones, mi intimidad. Es curioso porque no veo presencialmente menos a los amigos de Madrid desde que estoy en Bilbao. Y aún con los que veo menos presencialmente (los de Montevideo, DF o Buenos Aires) no tengo menos relación ahora que cuando viviamos en la misma ciudad, al revés, seguramente más. E igual pasa con nuestros amigos de Talaios, ahora que vivimos más cerca, en realidad nos seguimos viendo más o menos lo mismo, pero lo que cuenta son las conversaciones en el chat por la mañana, que no han cambiado.
La proximidad viene dada por la afinidad, no por la geografía. Eso es otra de las cosas maravillosas de Internet. Es cierto que, como es normal, en el círculo íntimo de cada cual va entrando y saliendo gente a lo largo del tiempo. Pero en mi experiencia personal, eso no tiene nada que ver con dónde está cada uno sino con qué cosas se hacen juntos, cómo se enfocan las cosas, etc. Osea con los contextos inmateriales, no con los materiales.
PS. Aviso a Manuel
Ya te digo, comentaba desde el desconocimiento. Sé que la próximidad viene dada por la afinidad y no por la geografía y gracias a Internet aún más, soy consciente. No soy capaz de aportar nadie de mi entorno geográfico que quiera participar, por ejemplo, en la propuesta a Manuel, y mira que a mi me hace ilusión tener blog y salir de wordpress (de mi entorno geográfico, muy pocos tienen blog). Aunque estoy intentando que unos amigos empiecen a bloguear más asiduamente jeje a ver si lo consigo. O por ejemplo, de mi entorno geográfico no conozco que nadie use jabber, y yo tengo cuenta, pero con 2 muy pocos contactos :(, no lo he potenciado lo suficiente.
Qué envidia sana! menuda red de amistades debéis tener :O y menudo mapa ya sólo con las casas y contactos existentes que has nombrado en el comentario anterior, lleno de posibilidades.
Gracias David por tus palabras y por avisar a Manuel, a ver cómo va.
Ando leyendo esto de casualidad ahora. Te comento luego con más calma el post, que estos días he estado algo… distraido. Mi cuenta de correo supongo que te saldrá en la gestión de comentarios, y si no aparece en la cuenta de gravatar
PS: si me acusan de estar leyendo esto en vez de trabajando me remitiré a esta maravilla de post 😀
Pablo! Añadido te hallas. Justo ahora le he enviado tu correo a Laura, que va a contactar con algunos miembros de eGruyere y así saber cuántos somos al final (ella, tú, 3/4 de eGruyere y yo) y entonces proponérselo a Manuel. Cuando ella lo sepa, nos contactará y enviaremos email conjunto. Sí, he visto la cuenta de correo en el anterior comentario. Ya tengo ese post en una pestaña para leerlo después de comer. Gracias Pablo por la recomendación y por tus palabras. Espero ese comentario.
Ah! no creo que no te llamen la atención en el trabajo jeje pero si es así, diré que esto es spam y no se corresponde con tu IP 😛
Hola Juan!
cuando hablamos? De cara a comenzar estamos trabajando en el detalle de las funcionalidades en este documento y probando TideSDK como tecnología para desarrollo. Que os parece TideSDK? le damos adelante con TideSDK? O os parece mejor otra opción?
Hola manuel!
Con usar TideSDK te refieres al desarrollo de Lupus, ¿no? Que por cierto, nunca me he puesto seriamente a aprender php, html, etc… pero podría ser una buena excusa para tocarlo 😀
Hola Manuel, qué bueno tenerte por aquí. No hemos hablado en ese sentido, Laura está concretando quien de eGruyere se unirá y entonces ya buscarte. No quisiera pronunciarme en nombre de ellos, Pablo incluido que acabo de pasarle su correo a Laura.
Supongo que estaremos conformes con tu propuesta, pero te enviaremos un email y comentamos conjuntamente. No quiero anticiparme y hablar por los demás, pero supongo que lo que propuso David será en base lo que busquemos («micro-precio en el servidor de clientes de Enkidu y compartís entre todos un wp multiusuario, un servidor jabber y un Scuttle»). Lo quieres al email de este comentario, o mejor a través de la web de contacto de Endiku? Lo mismo que te pregunta Pablo te iba a escribir yo, te refieres a Lupus?
Me he sentido tentado a comentar en el documento de lupus, pero mejor cuando tenga alguna idea que considere que puede aportar. Si supiera, me proponía como colaborador para lupus, pero no poseo conocimientos suficientes :-(, sólo he «trasteado» en alguna ocasión. Es un antes y un después cuando blogueros e internautas descubren los lectores de rss. Así que lupus, que tiene mejor pinta que cualquier lector-rss y con la «muerte» de googlereader, promete y mucho, ánimo con ello, seré el primero en querer probarlo cuando esté listo.
Tendrás noticias nuestras pronto 😀